Dr. Erik Jensen, Universidad de Miami, Estados Unidos
Acerca de nuestro invitado: El Dr. Erik Jensen es historiador y profesor asociado en el Departamento de Historia de la Universidad de Miami (Miami University) en los Estados Unidos. El es el autor del libro, Body by Weimar: Athletes, Gender, and German Modernity (2010), y de varios artículos publicados en diversas revistas académicas.
Entrevistadora: Ana Fonseca
Descripción: El Dr. Jensen habla acerca de su artículo,"The Pink Triangle and Political Consciousness: Gays, Lesbians, and the Memory of Nazi Persecution," (español: "El triángulo rosa y conciencia política: gays, lesbianas y la memoria de la persecución nazi"), publicado en el 2002 en la revista académica, Journal of the History of Sexuality, el cual analiza la trayectoria del surgimiento de memorias colectivas acerca de la persecución nazi, tanto en las comunidades homosexuales estadounidenses como alemanas, durante un lapso de treinta años, a la vez que proporciona un análisis sobre las memorias y legados relativamente menos conocidos de la persecución nazi.
¿Qué fue el triángulo rosa durante el régimen nazi? ¿cómo ha influenciado el triángulo rosa a las luchas contemporáneas de la comunidad homosexual? ¿Podemos referirnos a un holocausto de hombres homosexuales de la misma forma que nos referimos al genocidio del pueblo judío que ocurrió durante el régimen nazi? El Dr. Jensen aborda éstas y otras preguntas clave durante esta conversación.
Palabras/Temas Clave: Grupos no judíos perseguidos por los nazis, persecución nazi, hombres homosexuales, mujeres homosexuales, triángulo rosa, nazismo, Nacional-Socialismo, holocausto, memoria colectiva, pasado y presente.
* Esta es una traducción al español de la entrevista en audio llevada a cabo en inglés, "History and Memory of the Nazi Persecution of Homosexuals," con Erik Jensen.
"Estamos influenciados por nuestro contexto contemporáneo. Cuando vamos a los archivos, revisamos documentos y empezamos a pensar acerca del pasado, no podemos hacerlo removiéndonos de las formas de pensar de nuestro presente."
Erik Jensen
Erik Jensen: Gracias por invitarme. Es un placer charlar sobre este tema.
Ana Fonseca: ¡Genial! Permíteme empezar por preguntarte acerca de las razones que te llevaron a escribir este artículo y cuáles serían las ideas principales que esperas la gente pueda llevarse de este.
Erik Jensen: La idea para el artículo surgió de un seminario en la escuela de posgrados cuando yo estaba en la Universidad de Wisconsin, Madison. Probablemente alrededor de los años 1994-95, yo estaba tomando tal seminario con mi supervisor académico sobre el tema de la memoria colectiva. Al mismo tiempo, el periódico gay local de Madison publicaba una serie de artículos sobre la persecución nazi a los homosexuales con unos números y cifras relativamente salvajes,en términos del número de hombres que fueron perseguidos por ser homosexuales, el cual estimaba tal periódico ser alrededor de más de tres millones de personas; Y por supuesto, siendo un joven historiador me dije: ¡Dios mío! ¡Esto es una violación del registro histórico, esto es inexacto! Pero también es un reflejo interesante de la manera en que los periódicos comunitarios pueden aportar de cierta forma a la memoria colectiva de un suceso, en este caso una persecución. Así que en el contexto de tal seminario decidí escribir mi trabajo final sobre el tema de la memoria colectiva de la persecución nazi dentro de la comunidad gay y lesbiana, tanto en los Estados Unidos como en Alemania. Y mi idea inicial de cierta forma evolucionó con el tiempo. Al principio, como mencioné, siendo un joven historiador estaba algo indignado y me dije, "¿cómo pueden ser tan inexactos?" Pero cuando investigué más profundamente el tema y comencé a pensar en lo que estaba pasando más ampliamente en el contexto social, durante el tiempo de varias publicaciones en los años setenta y ochenta, empecé a adquirir un sentido más completo de las cosas y ya no creía que tales aseveraciones del periódico fuesen deliberadamente infundadas, de ninguna manera. Me empecé a dar cuenta que allí había una comunidad que se sentía perseguida en el contexto que les ocupaba, ya fuese en los años setenta, ochenta o noventa, y conscientemente o inconscientemente estaba viendo paralelos con las persecuciones del pasado y dando sentido a estas persecuciones pasadas dentro del contexto de lo que estaban atravesando en ese momento, y viceversa. Así que con el paso del tiempo,tuve una comprensión mucho más matizada acerca de la forma cómo funciona la memoria colectiva.
Entonces, pienso que lo que me gustaría que la gente se llevase de este artículo es tal vez una mejor idea de cómo, la forma en que pensamos el pasado y hablamos sobre el pasado en medios de comunicación masivos está influenciada por lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Y debo añadir, esto no es sólo de medios de comunicación populares. Esto es absolutamente cierto también para los historiadores académicos. Estamos influenciados por nuestro contexto contemporáneo. Cuando vamos a los archivos, revisamos documentos y empezamos a pensar acerca del pasado, no podemos hacerlo removiéndonos de las formas de pensar de nuestro presente.
Ana Fonseca: Hablando de tal contexto contemporáneo, quisiera preguntarte, en primer lugar qué fue el "triángulo rosa" durante el régimen nazi? ¿Y cómo ha influenciado el triángulo rosa a las luchas contemporáneas de la comunidad homosexual?
Erik Jensen: El triángulo rosa fue inicialmente una insignia puesta en los uniformes de los hombres que habían sido encarcelados en los campos de concentración por violaciones al párrafo 175 o 175 A, los cuales eran los párrafos del Código Penal alemán que criminalizaban, no sólo el comportamiento homosexual, sino también,en el caso del párrafo 175, la intención homosexual o la sugerencia homosexual. En los años setenta, el triángulo rosa fue usado de nuevo en el contexto de ciertas luchas por los derechos de los gays. Por ejemplo, en 1974 en Nueva York, en el contexto de la legislación sobre los derechos de los homosexuales que estaba pendiente ante el ayuntamiento de la ciudad. Un poco más antes que esto, en Alemania Occidental, en el contexto de algunos temas pertinentes al derecho gay. Y luego en la década de los ochenta, por supuesto, quizá incluso el más conocido, en el contexto de la epidemia del SIDA, el grupo activista del SIDA se apropió del triángulo rosa, lo puso hacia abajo y aplicó su famoso lema, "Silencio = Muerte". Este fue un uso muy visible del mismo. En la actualidad, lo ves con menos frecuencia. Creo que ha sido reemplazado en gran parte desde los años noventa por la bandera del arco iris. Pero, por ejemplo, las señales de las denominadas zonas seguras que son relativamente ubicuas en los campus universitarios estadounidenses, e incluso en las escuelas secundarias estadounidenses, también han utilizado el triángulo rosa. Por consiguiente, hemos visto un tipo de reapropiación del símbolo detal persecución que no solo sirvió para recordarles a los homosexuales la historia de persecuciones pasadas, sino que también se usó como una especie de símbolo de lucha, y de una lucha por una mayor igualdad civil.
Ana Fonseca: Un análisis de la memoria acerca de la persecución nazi a los homosexuales que las comunidades homosexuales contemporáneas optaron por recordar y las razones que tuvieron para tal fin, ocupa una parte central en tu artículo. Tú hablas acerca de las exageraciones, los mitos y las imprecisiones históricas que informan las memorias o recuerdos que la gente tiene acerca de la persecución nazi a los homosexuales. Me pregunto si puedes hablarnos un poco más acerca de tales mitos e imprecisiones históricas, y qué circunstancias y / o limitaciones llevaron al surgimiento de estas versiones un tanto imprecisas de la persecución nazi a los homosexuales?
Erick Jensen: Por supuesto. En primer lugar, a manera de introducción me gustaría decir que durante mucho tiempo después del final de la Segunda Guerra Mundial, y de la liberación de los campos de concentración, casi no hubo ninguna clase de información sobre la persecución de los homosexuales. La sociedad de aquel tiempo era muy homofóbica y la mayoría de los homosexuales no estaban dispuestos a presentarse y hablar sobre su persecución en el pasado. Ellos permanecieron completamente en silencio acerca de lo que sucedió durante la guerra, o alternativamente inventaban algo para ocultar donde habían estado durante todos esos años. Por consiguiente, hubo un gran silencio durante las dos primeras décadas, o dos décadas y media después del final de la Segunda Guerra Mundial. Fue sólo durante la década de 1970 que muy pocos sobrevivientes empezaron a hablar de sus experiencias, pero en su mayoría anónimamente o bajo seudónimos, lo cual, de nuevo, refleja el contexto social bajo el cual estaban publicando y tratando de hablar sobre esto. Así que hubo mucha falta de información con respecto a lo que sucedió con estos hombres y cuál fue su suerte. Tal ausencia de documentos y testimonios dio lugar a una especie de vacío histórico que las personas trataron de llenar lo mejor que pudieron. Hasta cierto punto eso significó trazar paralelos con la persecución nazi de los judíos. Dado el hecho que no se sabía cuál era la naturaleza específica de la persecución nazi a los homosexuales, la gente observaba lo que se sabía del registro histórico y pensaba, "bueno, aquí esta otro ejemplo de una persecución nazi, esta vez de los judíos. Deben haber paralelos que puedan dar una idea acerca de lo que sucedió con los homosexuales." Esto dio lugar a algunas de las exageraciones que se conocen.
Algunas de las exageraciones tuvieron que ver con el número de homosexuales perseguidos por los nazis. Como mencioné anteriormente, inicialmente mi interés sobre este tema surgió de aquel artículo que vi en el periódico gay local que hablaba acerca de tres millones de hombres perseguidos por contacto sexual entre personas del mismo sexo, o por ser homosexuales. Tales aseveraciones fueron tremendamente exageradas. Como ahora sabemos, según las mejores estimaciones académicas, tales cifras se aproximan mas a siete mil, tal vez hasta diez mil hombres homosexuales que murieron bajo el régimen nazi; las cuales son una cifras muy alarmantes de por sí. Pero no se aproximan para nada a aquellas cifras exageradas que la gente promulgaba durante los años setenta-ochenta e incluso principios de los años noventa.
Otra de las exageraciones que ha causado una considerable fricción política dentro de la comunidad gay y lesbiana en las últimas cuatro décadas, ha sido el tema de la persecución de las mujeres por el contacto entre personas del mismo sexo, la persecución de lesbianas por ser lesbianas. Y, de nuevo, debido a este vacío en nuestro conocimiento sobre el tema,debido a esta ausencia de textos, documentos y testimonios, la gente concluyó que,por supuesto, los nazis perseguían a todas las personas homosexuales. Como resultado de esto, inicialmente se habló de mujeres que también llevaban el triángulo rosa. A partir de la década de los ochenta la gente empezó a hablar de las mujeres homosexuales marcadas con el triángulo negro, la cual era la insignia puesta a las personas que llamaban "antisociales" en los campos de concentración. En un contexto más político, tal idea generalizadora se evidenció durante la construcción e inauguración del monumento conmemorativo de Berlín de la persecución nazi a los homosexuales, que se dio a conocer en 2008, el cual hace referencia tanto a la persecución de mujeres como hombres homosexuales. Donde las cosas se complican es que a medida que historiadores, sociólogos y otros estudiosos hanrevisado una y otra vez los registros históricos, realmente no hanencontrado indicios o evidencia que las lesbianas, por ser lesbianas, hubiesen sido encarceladas en campos de concentración. Definitivamente hay lesbianas que fueron afectadas por las persecuciones nazis, pero esto sucedió casi por completo porque también eran judías, socialistas, comunistas, activistas, o pertenecían a cualquiera de los otros grupos perseguidos por los nazis. Pero no específicamente porque fuesen lesbianas.
Dicho esto, es importante de la misma forma reconocer que la comunidad lesbiana también sufrió mucho bajo el régimen nazi. Por ejemplo, los bares de las personas lesbianas fueron cerrados al igual que los bares gay; las lesbianas se sintieron obligadas a vivir en la clandestinidad, muchas de ellas sentían que bajo este nuevo ambiente social tenían que contraer matrimonios fingidos para cubrir sus huellas. Así que sí hubo absolutamente, en el plano social, una rampante persecución y un desenfrenado sentimiento de ansiedad. Pero no existió una persecución sistemática de lesbianas de la misma forma que sucedió con los hombres homosexuales.
Estos son pues dos de los ejemplos que yo te daría. Y de nuevo, en gran medida esto se debió a la ausencia de un conocimiento sobre el tema, a ese vacío,a esa búsqueda por paralelos y a aquel intento de darle sentido a todo ésto dentro del contexto deunapersecución contemporánea.
Ana Fonseca: Dr. Jensen, ¿de qué forma se puede comparar la persecución nazi a los homosexuales con la persecución nazi de los judíos? Y, ¿podemosreferirnos a un holocausto de hombres homosexuales de la misma forma quenos referimos al genocidio del pueblo judío que ocurrió durante el régimen nazi?
Erik Jensen: La persecución nazi a los homosexuales fue mucho menos sistemática que la de los judíos y creo que es importante clarificar esto desde un principio. Éste fue uno de los puntos en los que hice hincapié al principio del artículo, y luego regreso al mismo punto al final del artículo para hablar sobre las responsabilidades particulares que hombres y mujeres homosexuales tienen, tanto de honrar la memoria de los perseguidos por los nazis, como también de respetar el hecho que la persecución de los judíos fue mucho mayor y más sistemática, así como de respetar las sensibilidades de los judíos y la comunidad judía sobre la historia de su persecución. En su mayor parte, a los nazis no les preocupaba mucho los homosexuales no alemanes, tanto así que si los hombres polacos se dedicaban a actividades homosexuales mucho mejor, pues confirmaban el estereotipo nazi que los pueblos eslavos eran subhumanos. Así que esa es una diferencia. La otra gran diferencia es, por supuesto, las cifras. Siete a diez mil hombres homosexuales murieron en los campos de concentración. Alrededor de cinco y seis millones de judíos murieron bajo la maquinaria nazi. Y tal vez una tercera diferencia es la forma en que tal persecución fue conmemorada. Aunque hay un poco de similitud también en este respecto. Después de la guerra, cualquiera que hubiese sido perseguido por los nazis se mostró reacio a hablar acerca del tema. Pero con relativa prontitud, en la década de 1950,muchos estudiosos se enfocaron considerablemente en la persecución nazi a los judíos y en sus prominentes juicios a lo largo de los años sesenta, por supuesto el juicio de Adolf Eichmann y el famoso juicio de Auschwitz en Alemania. La persecución de los judíos se estudió con mayor profundidad.
Así que la persecución nazi a los homosexuales fue mucho menos extensa. También hubo muchas excepciones en ciertas circunstancias, dependiendo de qué lado de la guerra se estaba, dependiendo de las necesidades de reclutamiento militar de hombres y así sucesivamente; La memoria de la posguerra fuemucho más activa, en cierta medida como debería ser porque fue mucho mayor y más extensa la persecución nazi a los judíos que la persecución nazi a los homosexuales. Y en términos de su centralidad ideológica en el pensamiento nazi, fue mucho menos el foco comparada con la persecución de los judíos.
Por lo tanto,yo me abstendría de usar la etiqueta de holocausto para describir la persecución de los homosexuales. Sencillamente porque entiendo la sensibilidad de mucha gente que dice: "mira, el primer y principal objetivo de los nazis fueron los judíos. Siempre fueron los judíos, las persecuciones más extensas fueron dirigidas hacia los judíos, el mayor número de asesinatos que se conocen fueron los asesinatos de los judíos." Definitivamente entiendo y simpatizo completamente con tales sensibilidades.
Dentro de la comunidad gay, diría que hay personas que, obviamente, argumentan que debemos considerar la persecución nazi a los homosexuales como un holocausto o encontrar un término que describa el tremendo horror y terror de tal persecución; Y son ellos quienes tienden a decir que: "no vamos a discutir sobre los números, el punto es que esta gente sufrió brutalmente." Y yo digo, absolutamente sí, eso es cierto, pero creo que es suficiente denominarla una persecución nazi a los homosexuales y luego conversar detalladamente sobre cuál fue la naturaleza de la misma.
Ana Fonseca: Dr. Jensen, muchas gracias por tu tiempo y por compartir con nosotros tu conocimiento y perspectiva sobre estos temas.
Erik Jensen: ¡Muchas gracias por entrevistarme, y gracias por prestarle atención a este tema!
Ana Fonseca: ¡Fue un placer! Es un tema muy interesante, y te agradezco el tiempo que nos dedicaste durante esta charla.
CÓMO CITAR ESTA ENTREVISTA:
Transcripción: Jensen, Erik. "Historia y memoria de la persecución nazi a los homosexuales." Entrevista por Ana Fonseca. Radio Heteroglossia, transcripción traducida, Marzo 2017 https://www.academicperspectives.ca/es/entrevistas/2017-3-erik-jensen-universidad-de-miami-estados-unidos-historia-y-memoria-de-la-persecucion-nazi-a-los-homosexuales-trad.
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